Res non verba

Resumen

El crimen de Felipe Glasman fue un golpe fortísimo al desenvolvimiento de nuestra institución y a la misma sociedad bahiense. Como sucede con los traumas severos, estuvimos conmocionados y consternados por semejante suceso. No obstante, como dijimos antes de ahora, nos esforzamos para recuperar la calma a pesar del dolor, de la indignación y de los deseos de una rápida justicia.

Ahora, desde algunos sectores, se pretende sembrar dudas sobre la actividad de la institución al respecto, en un intento de presentar los acontecimientos y los protagonistas en sentido inverso, es decir, tornar a las víctimas en victimarios y viceversa.

Corresponde entonces reenumerar los hechos, concreta y sucintamente, con la finalidad de recordar y contribuir a la transparencia en un proceso tan sensible para nuestra entidad.

Cabe entonces afirmar que esta Asociación proveyó de todas las fuentes de conflicto que la entidad mantenía al momento del crimen a pedido de la fiscal actuante, mediante la recopilación de material periodístico y constancias asimilables, desde un simple despido laboral hasta los eventos de mayor envergadura, totalizando más de medio centenar de posibles causas. No somos responsables ni sabemos porqué, desde varios medios periodísticos, se tomaron algunas hipótesis y se ignoraron otras. Los nombres citados en ellos nunca tuvieron ratificación o rectificación por parte de la Asociación Médica de Bahía Blanca que, por el contrario, siempre exigió la investigación plena y concienzuda de todas y cada una de las posibles causas, incluyendo a sus propios integrantes.

Nunca, en más de cuatro años, en las múltiples declaraciones del único portavoz institucional, el Secretario General Dr. Fernando Carignano, se ha hecho alusión a persona o entidad alguna adjudicándole, siquiera elípticamente, la autoría intelectual o material de asesinato. Tampoco lo hicieron nuestros asesores letrados, quienes se limitaron a presentar pruebas que demostraban ciertas contradicciones en las declaraciones tomadas por la fiscalía, solicitando el examen de las mismas.

Sí, en cambio, hemos colaborado activamente con los distintos investigadores que se sucedieron, todos ellos funcionarios designados por el Ministerio público y sin ligazón alguna con esta Asociación Médica. No hemos tenido influencia o participación en su elección ni en su retiro. Por tanto, no somos culpables, como se intenta establecer, de los eventuales errores o demoras que hayan cometido en el transcurso de sus trabajos.

Actualmente no pesa averiguación ni causa alguna en contra de esta Asociación Médica, puesto que ya fue exhaustivamente investigada, como debe ser y desde el principio, al igual que Felipe Glasman y varios de los miembros de la Comisión Directiva.

Reclamamos como pocas entidades lo han hecho, pacífica pero constantemente, el esclarecimiento del crimen, de diversas maneras y por distintos medios, siempre dentro de la ley, pero insistiendo, al borde de la exasperación, en la realización de una pesquisa plena y sin excepciones.

Estamos convencidos, al igual que el Fiscal y Jueces actuantes, que se ha dado un primer paso al aprehender al presunto asesino, pero, asimismo, reiteramos que falta aún la porción más importante del camino, que es la identificación y captura del autor intelectual. Ni nosotros, ni otros, podremos vivir tranquilos en Bahía Blanca mientras esa bestia ande suelta.

Ratificamos que no habrá acción alguna, provenga de donde sea, que nos haga renunciar a uno de los objetivos principalísimos de nuestra institución que es el total esclarecimiento del crimen de nuestro ex Secretario General, porque fuimos nosotros quienes tuvimos la baja; el que cayó era nuestro jefe; fue muerto alguien de nuestras filas y este hecho, como los anteriores, son incontrovertibles y no se pueden menoscabar ni embozar con palabras.