Drogodependencia. Módulo 7.

Resumen

El tratamiento

El director de un hospital psiquiátrico de Venezuela, hace 20 años, escribió un artículo so­bre los sistemas de tratamiento, y, por su vigencia, parece que lo hubiera redactado ayer. Expone las mismas dificultades actuales, las mismas opciones, sin ocuparse de la técnica psiquiátrica, del uso de determinadas dosis de sustancias para provocar aversión, rechazo o pérdida del hábito.
El problema de la drogadicción es un desafío social. Y lo es claramente en este momento, cuando todos los gobiernos del mundo lo captan de esa manera. No se efectúa un control del narcotráfico, aunque, sí, del sida, pero tampoco se lucha contra aquel. Evidentemente, se trata de una elección arbitraria, de un pequeño desafío relacionado con nuestra particular motivación frente a quien padece, duda, se destruye e inhabilita, y decae prematuramente por el uso de sustancias psicoactivas.
Una explicación cabal se refiere a la decadencia que se juega en un síntoma. Durante el siglo pasado, que conoció clases sociales como la victoriana —capaz de actuar como si el sexo no existiera—, se consumieron drogas, aunque no se escandalizaban de su empleo, no se operó legalmente contra ellas, en una sociedad muy dividida, con altos índices de re­chazo ante determinadas conductas.
Las drogas empezaron a ser problema cuando miembros de la clase media comparecieron en los tribunales. Comprender que existe el castigo sirve para demostrar que esta sociedad necesita lo punible. Su funcionamiento se basa sobre el castigo y, si no existiera, lo inventaríamos.